The Highlands

Las tierras altas de Islandia





Adentrarse en el corazón de la isla tiene numerosas complicaciones pero vale la pena recorrer sus carreteras F en busca de los paisajes más sorprendentes. En este rincón del planeta la corteza terrestre está más viva que en la mayoría de lugares. La carretera principal se construyó alrededor de la isla para salvar los obstáculos de este territorio, por ello es recomendable un vehículo de tracción 4x4. 











En cada curva el paisaje cambia entre montañas de colores como en Landmannalaugar, probablemente el territorio más retratado de la isla. Pero la aventura para poder tener ese retrato geológico de Islandia se vive bordeando lagunas como Kÿlingavatn que nos invitan a badear los ríos para continuar con el serpenteante recorrido de las zonas montañosas islandesas.  Este paisaje a las faldas del volcan el Hekla te descubre cañones como el Fjaðrárgljúfur que construyen ese retrato de la isla entre dos continentes azotada por los caprichos de los volcanes.






Landmannalaugar
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Volcanes multicolor

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Alrededor del año 1477 una erupción volcánica formó el campo de lava Laugahraun en cuyo límite se encuentra Landmannalaugar que significa algo como “las termas de la gente”. Famosa por su actividad geotérmica esta zona protegida se encuentra dentro de la reserva natural de Fjallabak y es el punto de partida para recorrer la ruta de senderismo más famosa de Islandia, Laugavegur, que tras 54 kilómetros llega hasta el valle glaciar de Þórsmörk.







Si no se dispone de tiempo para hacer el sendero Laugavegur al completo existen muchas rutas de senderismo menos exigentes como la caminata de una hora al volcán Bláhnjúkur cuyo nombre se traduce como Pico Azul debido al color azulado de sus laderas. El camino ofrece también una vista espectacular al volcán multicolor Brennisteinsalda que forma parte de la caldera del volcán central Torfajökull.







Existen diferentes opciones para llegar a Landmannalaugur. La combinación de las carreteras 209, 210, 233 y 208 desde el este consume mucho más tiempo, pero ofrece al viajero unas vistas espectaculares de los Highlands con sus lagos y ríos glaciares, volcanes y praderas. Una parada en la orilla del lago glaciar Kýlingavatn es obligatorio. Un 4x4 mediano es imprescindible y hay que estar familiarizado con las reglas para cruzar un río.








Skaftártunga

De camino a las Highlands

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Para adentrarse en las Highlands una buena opción es coger el desvío desde la Ring Road a la carretera 209 y acercarse a la reserva natural Fjallabak desde el sureste. La zona de Skaftártunga ofrece vistas a los glaciares más impresionantes de la isla: Mýrdalsjökull y Vatnajökull. Skaftártunga se encuentra entre los grandes ríos de lava que brotaron de Eldgjá en el siglo X y Lakagígar en el siglo XVIII. Aunque la región se encuentra relativamente cerca de las principales atracciones turísticas del sur de Islandia, Skaftártunga ha mantenido una cierta calma incluso durante los meses de verano cuando algunas zonas de la isla se ven inundadas por los turistas.






Hrífunes Nature Park es el lugar perfecto para recargar las pilas y dedicarse a la vida contemplativa desde una bañera en el exterior de agua caliente, seguir leyendo la novela que aun no has terminado o preparar uno de los platos tradicionales de Islandia. Es un buen lugar para parar y para desconectar.

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Fjaðrárgljúfur




La fuerza del agua

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El continuo flujo de las aguas de los glaciares de los Highlands ha configurado en gran medida el paisaje de la isla. Incluso ríos con menos caudal como el Fjarðará que han serpenteado durante milenios entre glaciares y volcanes han creado fascinantes cañones profundos con espectaculares cataratas. El cañón Fjaðrárgljúfur se encuentra cerca de la Ring Road y se llega a través de la carretera 206. El área es terreno privado pero el gobierno islandés ha firmado un acuerdo con el propietario para proteger la zona que pertenece a la granja Heiði. Desde el cercano parking un camino lleva al visitante hasta la catarata Mögáfoss desde donde se puede apreciar toda la belleza de este cañón con una profundidad de hasta 100 metros.




A solo ocho kilómetros del cañón se encuentra la localidad de Kirkjubæjarklaustur donde se encontraba entre los siglos XII y XVI un convento de monjas. Desde aquí el sacerdote Jón Steingrímsson dio uno de sus famosos “Sermones de fuego” para desviar el río de lava después de que el volcán Laki entró en erupción en 1783. La leyenda dice que el pueblo se salvó de la destrucción gracias a su intervención.