El norte de Islandia es una consecución de experiencias visuales. Volcanes como el Krafla hicieron cambiar la superficie de la isla mostrando sus entrañas, ahora esta caldera volcánica de 10km alberga volcanes en su interior como el Viti, en el mismo área que el río Skjálfandafljót vierte sus aguas en Detifoss, la cascada más caudalosa de Europa.
Puedes contemplar lagos repletos de especies ornitológicas como Mývatn, rodeado por volcanes y fumarolas que muestran el espectáculo geotérmico en Hverir. Puedes divisar ballenas en las frías aguas del ártico junto a la costa de Húsavík, una de las poblaciones pesqueras en los fiordos infinitos frente al Círculo Polar.
 





En unas tres horas de travesía en coche por las regiones septentrionales puedes encontrar todos los encantos naturales de la isla recogidos frente al ártico, atravesar el segundo tunel más largo de la isla y surcar el puente que te lleva hasta la capital del Norte, Akureyri, cruzando el fiordo de Eyjafjörður. Una localidad testigo de la prosperidad de antaño dedicada como otras poblaciones a la pesca del arenque y que hoy sirve de parada para los cruceros y aglutina numerosos museos. La travesía por el norte de Islandia va siempre acompañada de caballos islandeses, la raza equina más pura que existe mientras las focas se avistan en las poblaciones costeras.



Dettifoss

Una inspiración musical



La catarata Dettifoss vierte hasta 500 metros cúbicos de agua por segundo al cañón Jökulsárgljúfur. Ya desde lejos se puede ver la bruma y escuchar el ruido impresionante de las aguas del río Jökulsá á Fjöllum, el segundo más largo de la isla. No es de extrañar que Dettifoss forma parte de los fenómenos naturales que han inspirado al compositor islandés Jón Leifs para sus creaciones musicales. La catarata es accesible por ambos lados si tomas la 864 llegas a una orilla y si por el contrario tomas la 862 a la otra. Algunos atrevidos acceden por uno y regresan por el otro. Más pequeña pero no menos impresionante es la vecina catarata Selfoss río arriba el agua fluye durante 30 km más atravesando un desfiladero antes de desembocar en Öxarfjörður, una bahía del Ártico. 

Detifoss water
Detifoss
Detifoss
Lago Mývatn

Un paraíso geológico

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El lago Mývatn es uno de los lugares más interesantes de la isla por su historia geológica. Su cercanía a la caldera volcánica de Krafla del que forma parte el volcán Víti hace que el lago tenga una actividad geotérmica que ha contribuido a su actual aspecto. Salpicado por pequeñas islas que se formaron por las explosiones de vapor cuando el magma subió por debajo del agua, el lago es también famoso por sus grandes colonias de diferentes especies de patos.
Myvatn


A pocos kilómetros de la orilla noreste de Mývatn se encuentra Hverir, una zona geotérmica famosa por sus fumarolas de gases sulfúricos que son testigos de que Islandia es una isla en continua transformación. 



Hverir




Para disfrutar del calor de la tierra lo mejor es visitar los baños naturales de Mývatn en la colina Jardbadshólark. El agua caliente proviene de manantiales naturales y suele estar a una temperatura entre 36º y 40º. Si aparece el sol puedes disfrutar del solarium junto a las piscinas. Es importante conocer las normas del baño ya que los islandeses son muy cuidados con su ritual de higiene previo al acceso. Puede ser aun más relajante en una de las dos piscinas con vistas al Lago que cuenta con una pequeña barra para pedir bebidas, sin duda este lugar es el mejor para concluir un largo día de aventuras por la zona.





Una travesía desde la región de Mývatn hasta Akureyri te permite descubrir los caprichos naturales de un territorio mutante.

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Desde Dettifoss el majestuoso cañón Jökulsárgljúfur recibe el potente caudal del río Jökulsá á Fjöllum, que transporta el agua desde el glaciar Vatnajökull. La carretera 864 nos devuelve al anillo islandés y nos prepara para la región de Mývatn.
La Ring Road a su paso por la zona geotermal de Hverir marca una línea negra en un paisaje multicolor de tierras ocres y lodos de color gris azulado que despiden un intenso olor a azufre, una carretera que parece guiarte al centro mismo de la tierra. Pero aunque solo quedan cuatro kilómetros a la localidad de Reykjahlid a orillas del lago Mývatn, un desvío nos guía hacía el crater Víti. En menos de diez minutos llegas a un aparcamiento desde el que acceder a la cresta y divisar el lago que alberga en su interior en medio de los campos de lava de Krafla. Antes de llegar hay una curiosidad de la isla, una ducha de agua caliente en medio de la nada para aquellos que deseen disfrutar de las aguas termales. El recorrido tiene su recompensa en el lago que suele estar rodeado de unas molestas moscas pero ofrece una visión plagada de islas, patos y volcanes y el ring nos lleva hasta Godafoss, y de ahí hasta la capital del norte.



Goðafoss

La catarata de los dioses

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Atravesando un cañón de lava desde el volcán Trölladyngja, el poderoso río Skjálfandafljót precipita sus aguas desde una altura de doce metros dando lugar a una de las cataratas más bonitas de Islandia. Goðafoss ofrece vistas espectaculares desde la orilla de la laguna y la altura del cañón. Se encuentra a poca distancia de la carretera de circunvalación lo que le convierte en una de las cataratas de la isla con acceso más fácil.




Según la leyenda, Goðafoss ha sido el lugar donde han sido arrojadas las imágenes paganas de los dioses nórdicos cuando alrededor del año 1000 Islandia decidió adoptar la religión cristiana. Þorgeir Þorkelsson, un importante representante del Alþingi de Islandia (Asamblea Nacional) desde 985 hasta 1001, cedió ante la presión de las autoridades europeas y estableció el cristianismo como religión oficial de Islandia.


El punto más septentrional de Islandia se encuentra en el isla de Hrísey dentro del círculo polar ártico. Esta isla da nombre al fiordo más largo del norte (Eyjafjörður) que en islandés significa Fiordo de la Isla. Flanqueado por montañas y valles este fiordo de 60km otorga a la capital del norte un clima suave para su latitud.

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Að norðan (desde el norte)

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Akureyri

Un día en la capital del norte

Akureyri es la segunda ciudad más importante de Islandia después de Reikiavik. Con una población que no llega a los 20.000 habitantes Akureyri sorprende por su espíritu urbano. Para explorar la ciudad lo mejor es empezar con una visita al Akureyri Art Museum que alberga una pequeña colección fija y organiza exposiciones temporales. El edificio, una antigua lechería, fue diseñado por el arquitecto islandés Ðórir Baldvinsson y es un ejemplo del estilo Bauhaus en Islandia. Desde sus salas de exposición se puede ver la llamativa iglesia de Akureyri modernista cuyas dos torres dominan el paisaje de la pequeña ciudad.






Vale la pena echar un vistazo a la librería de segunda mano Fornbókabúðin Fróði enfrente del museo. Detrás de la iglesia se puede subir Eyrarlandsvegur, una calle bordeada de maravillosas villas de principios del siglo XX pasando por la iglesia católica de San Pedro para terminar en el Jardín Botánico de Akureyri que además de ser el más septentrional del mundo cuenta con una colección de plantas árticas. En este jardín no puede faltar uno de los colores que invade el paisaje islandés, el Lupín o flor del altramuz se encuentra con sus hojas púrpuras por toda la geografía islandesa. Aunque no es originario de la isla cuando se introdujo permitió mejorar la productividad de los suelos. La bulliciosa Hafnarstræti es el mejor sitio para concluir el día con una cerveza y música en directo.


Húsavík






La bahía de las casas

Húsavík, una pequeña localidad costera en la bahía de Skjálfandi, sobre todo es famosa por ser el punto de partida para el avistamiento de ballenas. Durante los meses de verano muchas especies de ballenas surcan las ricas aguas de la bahía en búsqueda de alimento. Las posibilidades de ver ballenas jorobadas, minke o marsopas son bastante altas, pero conviene tener claro que no se trata de un zoológico y que la presencia de estos animales no es un hecho garantizado.
Muy pocos visitantes saben que Húsavík es célebre por ser el lugar donde el primer vikingo pasó un invierno entero. Se trata de Garðarr Svavarsson, un vikingo sueco que contribuyó en gran medida a la exploración de la isla y quien fue el primero que circunnavegó Islandia a finales del siglo IX. Húsavík que significa algo así como La bahía de las casas tiene su origen en el asentamiento fundado por Svavarsson.
La isla Grímsey, situada a unos 40 kilómetros de la costa es el único lugar de Islandia cruzado por el círculo polar ártico. Aunque existe un servicio regular en ferri entre Dalvík y Grímsey también se pueden contratar excursiones al círculo polar desde Húsavík.
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En busca del dragón del mar

Siguiendo la carretera de circunvalación desde Akureyri en dirección oeste el viajero llega a los fiordos del norte como Skagafjörður que se adentra más de 40 kilómetros en la isla entre las dos penínsulas Skagi y Tröllaskagi. Una buena opción es coger el desvío a la carretera 75 en la localidad Varmahlíð para dirigirse al norte hasta llegar a Sauðárkrókur donde se encuentra el hotel Tindastóll, el más antiguo de la isla (1884). A medio camino vale la pena hacer una parada en la granja-museo de Glaumbær con su historia que se remonta al siglo XI. Las construcciones más antiguas que siguen en pie datan del comienzo del siglo XIX y los interiores de los talleres, almacenes y estancias dan una buena idea sobre como ha sido la vida rural en una granja prospera de Islandia.

Un coloso de roca en las aguas

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Más al oeste se encuentra Húnafjörður que limita con algunos lagos que se parecen a enormes lagunas como el lago Hóp y que están separados del mar por una lengua de tierra (Þingeyrasandur). En la costa este del fiordo, en la península de Vatnsnes, una roca basáltica sale majestuosamente del mar. Hvítserkur, que está formado por dos arcos tiene la apariencia de un dragón que se desliza por las aguas del Mar de Groenlandia mientras las gaviotas vuelan a su alrededor.