Strandarkirkja
Strandarkirkja
Strandarkirkja




La iglesia del milagro

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Una leyenda cuenta que en el siglo XII un grupo de marineros atrapados en medio de una de las tempestades, tan frecuentes en esos mares del sur de Islandia, imploró llegar a la costa. Al parecer un ángel apareció y les permitió llegar a tierra. En agradecimiento construyeron una iglesia de madera donde hoy se encuentra Strandarkirkja. La actual iglesia data del XIX y tiene un especial significado para los islandeses. Esta zona fue llamada costa de los ángeles por esta leyenda. El pueblo en el que se encuentra Selgovur, que en islandés significa cueva de las focas es uno de los primeros asentamientos en la isla. Como consecuencia del éxodo rural y la erosión de la zona dejó de ser un núcleo de interés ya que las numerosas granjas que allí existieron hoy están en ruinas. 
En 2002 la cantante Björk grabó un video en directo de su tema The Anchor Song en esta capilla de madera junto al mar. 




Cascadas del sur





Una ruta por las cascadas

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En Islandia se encuentra la cascada más caudalosa de Europa. Pero la lista es enorme existiendo unas 20.000 de las que solo a 200 se les ha dado nombre. Probablemente las más famosas son Detifoss y Gulfoss, pero en el sur de la isla existen caídas de agua sorprendentes Glugafoss, Urridafoss, Seljalandsfoss, Gljufrafoss y Skógafoss son algunas de ellas. La visión de los saltos de agua no pasa desapercibida a cualquiera que recorra el ring, ya que a cada paso vemos un reguero constante de agua que se desborda una y otra vez. En un recorrido por la parte sur del anillo que rodea la isla cerca de Skogar o Vík se encuentran algunas de las caídas de agua más espectaculares. Este recorrido te permite ver algunas de ellas.









Urridafoss, una potente cascada en el río más largo de la isla

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El río Þjórsá es el más largo de Islandia, esta catarata es según los registros la que mayor caudal de agua transporta unos 300 m3, compitiendo seriamente con la norteña Detifoss. Existe un proyecto que planea hacer desaparecer esta catarata para aprovechar el torrente de agua con la construcción de una central de energía hidroeléctrica. Hoy en día no es extraño encontrar a numerosos lugareños con su caña de pescar en las orillas de la cascada. Una escena que no se repite en las demás y que probablemente deje de poder verse.






Waterfall Seljalandsfoss




Seljalandsfoss, tras la cascada

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Si existe una experiencia verdaderamente envolvente, es ésta, hasta los huesos. Un camino detrás de la cascada te permite pasear por detrás de ella. Una cortina de agua te separa del paisaje ante el estruendo natural y las locas idas y venidas de los más temerarios que se acercan al punto mismo de su caída. Es imprescindible llevar ropa impermeable de lo contrario acabas completamente empapado.




Behind the waterfall
amazing waterfall





Gljufrafoss, una caída de agua en el interior de la gruta

A escasos metros de Seljalandsfoss encontramos esta otra cascada oculta tras el cañón. Un resquicio en el lateral derecho permite acceder a través de la gruta que da acceso a ver esta cascada de 40 metros de altura que descarga su fuerza en una cámara. La complejidad de su acceso hace que muchos visitantes no accedan a ella y suele estar a salvo de los autobuses de turistas que visitan Seljalandsfoss.





Gljufrafoss
cascadas
algodón

Skógafoss, la cascada perfecta.

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Al final del río Skógá se encuentra la que todo el mundo llama la cascada perfecta. Puedes llegar hasta la caída o subir por una pasarela de madera un buen trecho de escalones para divisar desde arriba como vierte el caudal de agua proveniente del río. Allí puedes seguir el curso del río en un sendero excursionista que te lleva hasta las tierras altas. Son 22 kilómetros de recorrido los que tiene Fimmvörðuháls que discurre entre los glaciares de Eyjafjallajökull y Mýrdalsjökull.

Frontal Skogafos
Caída Skogafoss
Tiene como tantos otros lugares en Islandia alguna leyenda vikinga, ya que se supone que tras la cascada se encuentra un tesoro escondido por Þrasi Þórólfsson, el primer colono de la zona. La cascada ofrece un arcoiris en los días soleados que ha dado sentido a esta historia. En el siglo XVII, según cuenta la historia, tres hombres del lugar intentaron sacar el cofre del agua: pasaron una cuerda por la anilla del extremo del cofre, pero la anilla se soltó y el cofre volvió a caer a las profundidades. Esa anilla se utilizó posteriormente como anillo de la puerta de la iglesia del pueblo de  Skógar. El anillo de la puerta de la antigua iglesia se exhibe ahora en el Museo de Skógar, no sabemos si es pertenece o no al cofre de Þrasi.




Bien apilado dejó Þrasi el tesoro
bajo las frías aguas de Skógar.
Quien allí primero fuera
Riquezas incalculables encontrara.



 

antigua rima cantada sobre la leyenda de Þrasi




Sólheimasandur

Un avión perdido en Sólheimasandur

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En 1973 un avión DC3 norteamericano cayó como consecuencia de un accidente en este enclave de la costa sur de Islandia mientras realizaba un vuelo rutinario desde Höfn. Para muchos la visita a este lugar es simplemente un capricho prescindible, pero la playa bien vale un paseo, algo menos jaleada de turistas que su vecina en Vík. La experiencia de andar por este desierto es algo dura si planeas hacerlo caminando desde el parking donde puedes dejar tu vehículo. Pero existe un transporte para visitar el avión que vale la pena tomar. 
Sólheimasandur
Sólheimasandur




Un robusto autobús adaptado al terreno como tantos en la isla te lleva hasta donde se encuentra abandonado el avión de la marina americana. Esta pequeña travesía en bus se convierte en una aventura cuando llegas hasta el aparato y te acercas a la fiera playa de arena negra de Solheimafjara.




Dyrhólaey





El Arco de Dyrhólaey separa Solheimafjara de la siguiente playa. Con 120 metros de altura esta estructura de piedra da nombre al Faro que se encuentra en la colina contigua, desde Dyrhólaey que significa Isla del Arco en la colina se puede divisar el glaciar y las playas aledañas. Esta estructura basáltica debió estar separada pero la sedimentación ha conseguido unirla. 





Reynisfjara

La playa de arena negra

Junto a la localidad de Vík se encuentra una de las playas más visitadas de Islandia por sus numerosos atractivos naturales. 
Su arena negra como en la vecina Solheimafjara entra en el mar ajetreado de la costa sur de la isla. Está flanqueada por una muralla de basalto, Hálsanef que impresiona al llegar al extremo derecho de la playa y alberga una cueva basáltica Halsanefshellir sobre la cual pueden verse multitud de frailecillos lanzarse hacia el mar a toda velocidad para pescar y regresar a sus nidos cueva. 
Frente a esta se encuentran los célebres islotes o rocas de Reynisdrangar protagonistas de una leyenda islandesa que asegura que fueron troles que como en tantas otras leyendas escandinavas se transfomaron en piedra bajo la exposición al sol. Estas figuras de la mitología nórdica tenían por costumbre al igual que los ogros, el rapto de humanos. Tres troles llamados Skessudrangar, Landdrangar y Langhamrar salieron de noche de su cueva para atrapar un barco de tres mástiles, calcularon mal el esfuerzo y el amanecer les sorprendió petrificándolos junto al mar. Hoy en día este es el nombre de cada uno de estos islotes. 
La playa se encuentra en la localidad de Vík, suele ser un buen lugar para pernoctar frente al mar y poder visitar los encantos de la zona sur de la isla entre los glaciares de Mýrdalsjökull y Eyjafjallajökull. Desde allí salen numerosas excursiones hacia Vatnajokul para caminar con crampones o visitar la cueva glaciar.